domingo, 16 de junio de 2013

MENSAJE DÍA DEL PADRE

Dimensión episcopal de la familia
A TODOS LOS PADRES DE FAMILIA,
A TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD:

Hoy en nuestra patria celebramos el “Día del Padre”, esta fiesta es una gran tradición que nos da la oportunidad de reconocer la tarea loable del padre y jefe de familia, como diría el escritor español Juan Luis Vives: “Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre”, y nada mejor que poner nuestros ojos en la sagrada escritura para contemplar, en la persona de Josué, la imagen de un buen padre que guía con fidelidad el camino a la tierra prometida: “…Yo y mi casa serviremos a Yahvé...”(Jos 24,15).

Ante la experiencia de destrucción en contra de la familia y del pueblo, sobre todo en sus valores, Josué, decide, desafiando a todo el mundo y exponiéndose a la muerte, servir él y su familia a Dios. Es cierto que en nuestro tiempo, abundan  experiencias de ataque en contra de la persona, del matrimonio y de la familia. Ataques, como los  fueron en tiempos de Josué, donde el pueblo asumió el desafío de mantenerse fiel y seguramente, porque  Josué motivo y guio a su familia para servir a Dios.

Hoy, quiero preguntar a todos los hombres a quienes Dios les ha concedido el don de la paternidad y a todo hombre y mujer de buena voluntad, ¿cuál es la realidad de la figura del padre en la familia?. Parece que en los inicios del tercer milenio el papel del padre, poco a poco va desapareciendo; debido a que ahora, la madre, asume  responsabilidades que anteriormente eran solo del padre. Sin embargo la misión o tarea que Dios desde siempre ha encomendado al padre de familia, es como la de Josué, de acompañar, orientar y formar al hijo para afrontar los retos­ que la vida cotidiana presenta y optar desde la libertad, por la entrega al Señor formando el corazón de cada hijo en los valores humanos y cristianos y a los hijos queremos decirles con las palabras de S.S. Francisco: “No se olviden de dar gracias a Dios por sus padres…”

Por otro lado, es bien sabido, que el hombre de nuestros tiempos, en su mayoría  se entrega  fácilmente a una cultura hedonista, sin embargo al igual que en el tiempo de Josué, hoy el padre está llamado a ser testigo, guía y custodio de la familia, como lo haría un buen padre de cualquier tiempo,  teniendo presentes algunos de los signos como lo son la fidelidad, la responsabilidad, el servicio, la generosidad y el compromiso de guiar a los hijos con amor, ya no a la tierra prometida, sino a la casa del Padre celestial.

Finalmente, nuestro reconocimiento a todos los padres de México, por su entrega, por su donación y por la vida compartida con sus hijos. Gracias por ser testigos del amor del Padre, Dios que los bendiga, que les llene de sabiduría para cumplir con su misión y que les de la fuerza para vivir esta bella vocación. Dios tenga, también, en su reino a todos los papás difuntos y les conceda la recompensa a sus trabajos y desvelos por la formación de sus hijos.

Les bendigo en nombre de este Dios nuestro Padre e imploro sobre ustedes la intercesión de San José y de la Santísima Virgen María.

¡Muchas felicidades por el día del Padre!



+ Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca

y Responsable de la Dimensión Episcopal de Familia.

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