Tuxtla Gutiérrez, Chis., 12 de mayo del 2013
B/19-13
Jornada mundial de las comunicaciones
En toda la Iglesia, celebramos en este domingo de las Ascensión, 47 Jornada Mundial de las comunicaciones.
Reconocemos que los medios de comunicación repercuten muy profundamente en la vida de cada ser humano; de esta manera, implica en su promoción y desarrollo. Con ello, también se fortalece o debilita, según el uso adecuado, sus relaciones comunitarias. Sin comunicación no hay comunión.
En efecto, Benedicto XVI en su mensaje para este día, emitido desde el 24 de enero en la fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los comunicadores, nos ha convocado a reflexionar para este día el tema de “Las redes sociales, portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”.
La era digital es el soporte actual de la comunicación. Las redes sociales se han convertido en la realidad de nuestros días, por eso: “Estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana”.
La invitación constante es a dar buen uso a estas redes sociales, que también sean espacios de evangelización, que se promueva la verdad y la justicia. Cuidemos con la educación su buen uso, sobre todo en nuestros niños, adolescentes y jóvenes, para ello, padres de familia, maestros, educadores, catequistas, pastores, debemos saber cómo usar mejor las redes sociales. Debemos potenciar el anhelo de conocimiento, de interacción cultural, y de aprender a discernir. Sin embargo: “La cultura de las redes sociales y los cambios en las formas y los estilos de la comunicación suponen todo un desafío para quienes desean hablar de verdad y de valores”. Formemos para que haya buenos comunicadores que usen las redes sociales para dar buenas noticias.
No quiero dejar de decir una palabra sencilla de reconocimiento a todos los maestros, a quienes recordaremos de manera especial el próximo 15 de mayo. La misión del maestro es formar a hombres y mujeres que desde temprana edad van desarrollando su vida; sí, es verdad, deben enseñar y transmitir conocimientos en las distintas áreas, sin embargo su vocación es crear valores en la vida de sus alumnos.
En días pasados hemos recibido la visita a México del Cardenal Ravasi, quien es el presidente de la Pontificio consejo para la cultura, ha sido muy enriquecedor para todos porque se ha reflexionado sobre la importancia de la educación, así como la riqueza del diálogo con todos los hombres y mujeres; pues: “El sujeto, el fin y el medio de la acción educativa es siempre el ser humano concreto que vive en un continuo o proceso de autorrealización”. Debemos educar para lograr una mejor sociedad.
Dios bendiga su vocación estimados maestros y maestras.
+Mons. Fabio Martínez Castilla
Arzobispo de Tuxtla
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