sábado, 23 de febrero de 2013

Mi nueva casa es Tuxtla: Mons. Fabio Martínez



Eliceo González
Tras la espera de más de 70 días, la mañana del pasado martes 19 de febrero, fue asignado como nuevo Arzobispo de Tuxtla, Mons. Fabio Martínez Castilla, hasta ahora obispo de la Diócesis de ciudad Lázaro Cárdenas, Michoacán. En entrevista para SEMCAT, nuestro nuevo pastor confesó  que desde joven, uno de sus sueños era ser misionero en tierras chiapanecas.
-¿Cómo se siente ante esta asignación que le hace el Papa Benedicto XVI?
- Es una sorpresa, un llamado de Dios a través de la Iglesia y una alegría que desde nuestra debilidad, depositando nuestra confianza en Dios y como barro, me pongo en las manos de Dios para servir. Me siento sorprendido del amor y los caminos de Dios que no son nuestros caminos, sin embargo, con mucha alegría y mucha disponibilidad voy a compartir mi fe con la fe de este pueblo para que juntos hagamos un camino.
Por su espíritu misionero, Mons. Fabio, confesó que desde sacerdote joven soñó venir a Chiapas.
-Estoy contento por servir al pueblo chiapaneco, a mi nueva casa que es ya Tuxtla Gutiérrez, un lugar sorprendente para servir al Señor y ahora me concede esta gracia, al cual voy con mucha ilusión.
-¿Qué nos puede decir con la espera del nuevo Papa?
-El  Papa Benedicto XVI nos ha dado un ejemplo de fe, de disponibilidad a la inspiración del Espíritu. El único que conduce a la Iglesia es el Espíritu Santo. Oremos para que tengamos un nuevo Papa que nos haga también fortalecer ese camino de Fe al que hemos sido convocados en este año. Siempre se hace lo que  Dios quiere y por esto, con mucha confianza, esperamos al nuevo al Papa y también, yo, encamino mis pasos para compartir mi experiencia de fe desde mi pobreza con ustedes.
-¿En este primer acercamiento qué le dice al Presbiterio de Tuxtla Gutiérrez?
-Tengo muchas esperanzas porque sé que son un presbiterio con mucho ímpetu y entonces me tiene que jalar, como se dice, para que vaya aprendiendo cada día más y más de ustedes, soy el hermano menor que quiere servir con todo su corazón, confió y llego con una actitud de libertad de corazón, donde lo único que cuenta es la persona de cada sacerdote y, también, juntos crezcamos en este respeto y en esa solidaridad.
Por último monseñor Fabio Martínez señaló: Espero estar lo más pronto posible con ustedes,  ya nos iremos conociendo e iremos compartiendo la riqueza común que tenemos; el tesoro de nuestra fe y la grandeza del amor de Dios con nosotros y de la mano de María vamos ir caminando compartiendo ese tesoro de la fe. Un abrazo a todos los agentes comprometidos a todos esos laicos que verdaderamente entregan su vida a todos los que de una u otra manera van sirviendo a la construcción de la comunidad a la consolidación de nuestra Iglesia particular, los quiero, oro por ustedes y un abrazo para toda mi nueva familia que Dios ha puesto en mi corazón.

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