DOMINGOS CON JESÚS 5° DOMINGO DE CUARESMA

5º. DOMINGO DE CUARESMA

Pbro. Lic. José Luis Aguilera Cruz

aguileracruz@yahoo.com.mx

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 8, 1-11.

17 de Marzo de 2013.

Jesús se retiró al monte de los olivos a orar, al amanecer fue al templo, donde sentado enseñaba a la multitud, se le acercaron los escribas y fariseos llevando a una mujer y para tenderle una trampa, le dijeron: “Maestro, esta mujer fue sorprendida en flagrante adulterio, Moisés nos manda apedrear a estas mujeres, ¿tú qué dices?”.

Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo. Como insistían en la pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, y siguió escribiendo en el suelo, los acusadores se retiraron uno tras otro empezando por los viejos.

Incorporándose Jesús dijo a la mujer: “¿Dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?” Ella contestó: “Nadie Señor” Jesús le dijo: “tampoco yo te condeno, vete y no peques más”.

PALABRA DEL SEÑOR.

¿QUÉ NOS DICE A NOSOTROS?

Vemos en este pasaje, gente mal intencionada que quiere dejar en mal a los demás, vemos también a una mujer pecadora y vemos a un Jesús que no condena sino que tiende lazos de salvación para quien lo necesita, .

Vemos también a la mujer humillada por los demás y la soberbia de los escribas y fariseos, el dolo que existe en su corazón y vemos el noble corazón de Jesús, que sabe dar lecciones duras y también sabe comprender a quien lo necesita.

Como una primera lección que debemos aprender es que antes de condenar a los demás debemos examinarnos a nosotros mismos, no sea que estemos queriendo quitar la basurita en el ojo del hermano y no veamos el tronco que llevamos en el nuestro.

Y por otro lado, ya que todos somos pecadores, sintamos como Jesús nos da la oportunidad de un cambio de vida, para acercarnos arrepentidos al sacramento de la penitencia o confesión y que el Señor nos diga “no te condeno, pero no peques más”.

NO HAY MEJOR BENDICIÓN QUE EL PERDÓN DE LOS PÉCADOS. ASÍ SEA.

Guion y voz: José Luis Aguilera Cruz, sacerdote.